La educación no ocurre solo en la escuela. El acompañamiento de los padres es fundamental para que los niños desarrollen hábitos de estudio y motivación. Aquí te comparto algunas maneras de involucrarte:

1. Crea un momento diario de conexión
   Dedica al menos 15 minutos al día para preguntar: “¿Qué aprendiste hoy?” o “¿Qué fue lo más divertido de tu clase?”. Esto demuestra interés real.

2. Supervisa sin presionar
   No se trata de resolver las tareas por ellos, sino de estar cerca para aclarar dudas y guiarlos cuando se atascan.

3. Fomenta la lectura en familia
   Leer juntos fortalece el vocabulario, la comprensión y la imaginación. Puede ser un libro corto antes de dormir o un artículo interesante de internet.

4. Reconoce el esfuerzo, no solo las calificaciones
   Elogiar la dedicación y constancia es tan importante como celebrar las buenas notas. Esto refuerza la motivación interna del niño.

5. Sé un modelo de aprendizaje
   Los hijos imitan lo que ven. Si te ven leer, investigar o capacitarte, entenderán que el aprendizaje es parte de la vida.

Al involucrarte activamente en sus estudios, tu hijo sentirá que aprender no es una obligación aislada, sino una experiencia compartida en familia.